Aun recuerdo con nostalia los tiempo del «mancontro». Los que habéis nacido despues de 1980 no sabeis a lo que me refiero, pero yo os lo explico: Cuando aparecieron los primeros teléfonos móviles que tenían el tamaño y pesaban como un ladrillo, sólo se veían en los agentes de los cuerpos de seguridad del estado y vigilantes jurados, que solían empezar la conversación en voz alta diciendo «Mancontro aquí, en la plaza tal…». «Mancontro» es la expresión contraída de «Me encuentro». Y como os podeis imaginar la situación y la palabreja se prestaban a hilaridad sobremanera. Yo fui de las pioneras en tener un «mancontro» con una funda negra de polipiel horrorosa y una pedazo de antena que parecía de un transistor. No había carcasas ni fundas bonitas para «aquello».
Pasados unos años, los mancontros se fueron aligerando de peso y tamaño al igual que sus fundas. Tales artilugios adquirieron formas curiosas como calcetines de colores o pequeñas carteritas de piel susceptibles de ser colgadas del cinturón para los caballeros o de llevar multitud de colgantes con diversos muñequitos a medida que la población juvenil se apoderaba de los móviles, como ya se les empezaba a llamar. Pero hoy en día sólo hay que pasar un rato viendo alguna colección de estos complementos para darse una idea de la enorme variedad que existe fabricada en exclusiva para cada unos de los modelos de cada marca de móviles que se vende. Podéis haceros una idea haciendo click aquí.
De ser un artículo de lujo que se compraba a plazos por valor de 50.000 de las antiguas pesetas hemos pasado a que lo tengan los niños de colegio con todos los sofisticados programas de comunicación, redes sociales, juegos y demás.
Y por supuesto, todos los accesorios imaginables para proteger de golpes y otros sucesos a tan delicados aparatos de última tecnología, así como para adornar y personalizar nuestro móvil como si fuera un complemento más de nuestra indumentaria.
Yo ya me encuentro satisfecha con mi funda rosa de doble capa y cierre de imán, pero reconozco que los que tienen orejitas me llaman un montón.
Los hay para todos los gustos: personajes de películas y comics, estilo tatuajes, todos los colores imaginables, distintos tipo de texturas en los materiales.
Uno de borreguito me encantaría para el invierno.
Por no hablar de todas variedades de carcasas que hay para tablets, portátiles y demás aparatos. Reconozco que son una perdición. Y tal y como antes decorábamos nuestra carpeta del instituto, ahora elegimos nuestras fundas para nuestros aparatos electrónicos.
En fin, para entretenerse y ver un rato antes de elegir. ¡¡¡Y las chicas más fashion, a por el que más combine con nuestros looks!!!
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