El tweed es tan bonito, que yo lo llevaría a todas horas, hasta de ropa interior…que ya lo ha propuesto el señor Lagerfeld con esos conjuntitos que hace…
Tiene fama de hacer mayor porque antes sólo se veía en trajes de chaqueta muy puestos y/o que sólo llevaban las mujeres mayores. Pero ahora ya se hacen un montón de prendas de distinto corte en esta tela de hilos de lana. Eso sí, hay que saber combinarlo.
Esta chaqueta ya la puse para esta sesión de fotos tan genial.
Como cualquier otra prenda que lleve lana, a mi me pica como si me pusiera una tela de saco directamente, por eso tengo que recurrir a otras prendas debajo o a forrarla, como fue el caso de esta chaqueta de Mango del año pasado, que muy de Naty Abascal, pero no traía forro. Menos mal que tenía en Vigo a mi querida Cristina Míguez, mi modista del alma. ¡Ay cuanto la echo de menos!
Para un día de trabajo está genial.
Como veis también me animo con los tacones de vez en cuando para ir al curre. Estos son cómodos porque tienen algo de plataforma
He combiando la chaqueta con dos prendas del mismo color que ella, un marrón grisáceo poco rojo, pero en tonos distintos: El cuello cisne de la Feria de Portugal lleva el tono más claro (5 leuros) y el pantalón de espiguilla de Zara lleva el tono más oscuro (19 leuros en las rebajas de año pasado)
Todo ello engrandecido por el maravilloso bolso de Uterqüe que me regalaron mis amigas bloggers de Vigo:
La bisutería de Pilgrim es dorada para seguir con la gama de colores. Unas veces me da por combinar todo del mismo color y otra veces busco el contraste absoluto. Hay que variar, si no vestirse para ir a trabajar puede ser de los más aburrido.
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