Es lo que provoca el vestido que hoy os voy a enseñar. Tan solo al verlo en la percha ya provoca admiración.
Totalmente confeccionado de lentejuelas en plata y dorado, y absolutamente ceñido al cuerpo es imposible separar la vista de él.
Cualquiera es capaz de imaginar este efecto en la gente durante una velada ante la aparición de una mujer con este vestido puesto. Muchas miradas… de admiración, de sorpresa, de envidia sana y de envidia menos saludable…
Pero lo más interesante es ver las distintas miradas que varios fotógrafos profesionales lograron captar y transmitir de la misma prenda vestida por distintas mujeres.
Fue uno de nuestros favoritos cuando hicimos esta editorial de moda vintage.
Para Alfonso Díaz este vestido emana perfección y racionalidad simétrica.
Para Belén de Benito esta prenda le lleva de viaje al romanticismo del lujo de antaño.
Carolina Rodríguez me fotografió con este vestido puesto y para mí es una foto a salvar de un incendio.
El vestido no tenía etiqueta, no sabemos quien lo creó ni quién lo confeccionó, ni quién cosió pacientemenete cada una de las miles de lentejuelas que lleva. Pero merece ser rescatado del olvido y quedar en la blogosfera para siempre.
- Estilismo: Ana Pellón
- Peluquería y Maquillaje: Victoria Estilistas
- Calzado: Beda Herrezuelo
- Fotografía: Alfonso Díaz, Belén de Benito y Carolina Rodríguez
- Modelos: Clara Villegas y Laura Cosmea
- Localización: Palacio de la Magdalena
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