Tras las Fiestas Navideñas y a comienzos del Año Nuevo se hace necesaria una buena revisión de la piel del rostro.
Los excesos en comidas, espirituosos, viajes y trasnoches se marcan patentemente en nuestra cara en cuanto salimos de la nebulosa Navideña después de Reyes y nos enfrentamos de nuevo a la realidad cotidiana.
Por no hablar de si nos hemos olvidado de desmaquillarnos o de nuestras pautas diarias de limpieza, hidratación y protección.
Además puede que necesitemos más que nunca añadir un nuevo propósito de Año Nuevo: el de mejorar la salud y el aspecto de nuestra piel del rostro.
Por todas esas razones y muchas más he recurrido de nuevo a mi profesional de belleza facial de confianza Rosana Uriarte, para que ponga mi piel a tono.
Sus amplios conocimientos sobre las técnicas que utiliza y su dilatada experiencia son una enorme garantía para poner nuestra piel en sus manos.
Ella tiene la ventaja de que aplica las herramientas que considera necesarias para cada caso, para cada tipo de piel, adecuándolas al momento vital que cada mujer esté atravesando. No es lo mismo una piel grasa en la menopausia, que en la adolescencia, una piel seca en la treintena que en la madurez avanzada.
Sabe exactamente lo qué necesita nuestra piel y cómo aplicarlo, que combinación de técnicas y productos van a proporcionar el mejor resultado que se pueda obtener de la piel de cada mujer en cada momento.
No se trata tanto de aplicar una técnica de las más punteras que existen como las que os mostré aquí, o de los productos cosméticos con los que trabaja, si no la combinación precisa de una serie de ellos para lograr la mejora más ambiciosa en cada caso.
Fijaros en mi primera sesión de este año. Superado mi problema de manchas del año pasado, ahora me toca mantener lo conseguido y seguir tratando zonas problemáticas, además de revitalizar todo lo posible una piel de una mujer de 50 años.
Mi zona problemática en el rostro es la barbilla y parte superior de la boca. Se nota, con la luz superblanca que hay en su cabina de tratamiento, que esa zona tiene un tono más oscuro y amarillento que el resto de mi tez.
En una sola sesión de su maravillosa combinación de técnicas, “el paquete mágico” como yo lo llamo, logró rebajar el color un tono y conseguir una limpieza e hidratación profunda para el resto de mi cara, que me hacía mucha falta.
Por no hablar de lo agradable que es su salón de belleza, espacioso, acogedor, tranquilo, con una música siempre envolvente y relajante.
Y lo maravillosas que son las manos de Rosana, además de ser una de las mujeres más dulces y encantadoras que conozco.
Si deseais vivir la experiencia de un piel nueva pedir cita en Rosana Uriarte Estética, calle Luis Vega Riera, nº 9 de Santander, llamando al tfno: 942 214371
