Paseíllos Cántabros: Puente Viesgo y Fontibre

Si creiais que lo habiais visto todo en este blog, estabais muy equivocadas…

¡Que ganas tenía, por Dior, de pillar un columpio vacío!

Este me lo agencié en Puente Viesgo, en su super-parque-infantil-acolchadito que tienen.

Pero no creais que es lo único bonito que tiene este pueblo, Fijaros…

Es una antigua máquina de tren al lado de la vieja estación, cuyos raíles ha sustituído ppor una preciosa «vía verde» que te lleva a «no se dónde»…

Y un puente, claro, si no a ver de dónde le viene el nombre al pueblo, que crucé con mis chuchos:

Os preguntareis ¿de dónde habrá sacado esta mujer esa capa de punto?…

 

 

Pues me la hice yo, con estas manitas… deshaciendo la bufanda-cuello y añadiendo algún ovillo más. La fuí copiando en cuanto a medidas se refiere a ésta que ya conoceis.

¿Qué os parece el resultado?

¿Y lo que llevo en la cabeza? Mi Santorialist dice que parezco una mujer con el peinado-casco de los 60’s… El muy…

Son unas orejeras de pelo de conejo que me compré en la tienda Gables de Santander, que están trasladando para poner la tienda Primark en el centro comercial Valle Real.

Vale, con este corte de pelo, no quedan tan bien, pero ya vereis cuando me crezca…

¿Y dónde creeis que estoy ahora…?

 

Pues en Fontibre, justo, justito, en el nacimiento del río Ebro, ese tan enorme que acaba en Cataluña en un delta del mismo nombre…

 

«El Ebro nace en Fontibre, a 15 Km de Santander…» decía la musiquilla con la que nos aprendíamos los ríos y las montañas en mi época allá por los 70’s en el colegio… «Y sus afluentes por la derecha son…» Que tiempos… mejor que queden donde están…