¡¡¡Aaayyy, ay, ay, ay, que se acerca el peligroso mes de las bodas, al que temo como al «muñeco diabólico»!!!
Pero esta vez me ha pillado preparada. Tengo un par de buenos antídotos.
Como ahora todo el mundo se casa de noche para seguir con la juerga el mayor tiempo posible, se ha popularizado el «look boda de largo». Aquí van mis propuestas.
Si te sientes un poco hinchadilla después de la comilona y lo tuyo no es estar metiendo tripa toda la noche, te aconsejo que vayas de oscuro, negro a ser posible pero no «total black» en plan «Hija de Zapatero», si no con un elegante estampado y/o un chal que le de vidilla:
El vestido es de Zara de hace dos años y no llegó a 50 €. El chal lo compré en «Abalorios M y R»
Los compañeros ideales de este conjunto son éstos:
Las sandalias de raso son de Zara y no llegaron a 20 €. El bolsito era un regalo promocional de una revista de moda de hace por lo menos 5 años. Mi amiga Mar de «Abalorios M y R» me lo tuneó con unas plumitas. También me hizo unos pendientes con cristalitos de los mismos tonos que el vestido, pero os los enseño otro día que hoy no quieren enfocarse.
Si puedes lucir tipazo o no comes ni bebes nada en toda la tarde-noche puedes llevar un modelito de color más llamativo, pero que no sea neón y brillante a la vez, por favor, que ya suelen poner lámparas en los salones de boda. Un azul turquesa puede estar bien:
Este tiene cinco o seis años, pero como se sigue llevando el escote asimétrico y vuelve el tono a estar de moda, está plenamente vigente. Y como complementos:
Por supuesto cualquiera de los looks es susceptible de ser acompañado por unas cómodas bailarinas que nos pondremos en cuanto nos sentemos a cenar, y que tendrá que llevarnos nuestra pareja escondidas en algún lugar, puesto que en nuestros bolsitos de boda no cabe más que la barra de labios.
Lo de «queda totalmente prohibido ir de blanco a una boda» ya no os lo tengo que explicar ¿verdad?