Hablando más apropiadamente habría que decir «las ferias» porque hay muchas, una por cada pueblo o villa de importancia. Yo conozco más la de Valença do Miño (miércoles) y la de Vilanova da Cerveira (sabados).
Haga frío o calor, llueve, nieve o truene, allí están los feirantes todos los días que toca, desde bien temprano hasta las 6 de la tarde en invierno y hasta las 9 en verano.
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Son centros comerciales itinerantes al aire libre. Puedes encontrar de todo. Además de frutas y verduras, plantas y flores, útiles de cocina y jardín, hay muebles y las cosas más insólitas.
Un Bolso-Erizo:
Un par de bolsos Tods… sí, sí… mirar con calma…
Aquí están:
Unos conjuntitos para la danza del vientre:
Y miles de collares:
Por supuesto también hay moda masculina:
Y esta es la versión Zara Home, el stand de Filipo, «el maestro del algodón» (todas las telas de mi casa provienen de aquí):
Aviso: hay que ir con tiempo, con calzado cómodo y sin maridos. Algunos puestos tienen lector inhalámbrico de tarjetas (no es coña)
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