Hay días en los que hay que ir a trabajar aunque sólo tengas ganas de quedarte en la cama todo el día. En los que quieres pasar desapercibida, pero que tu trabajo te expone a los demás y tienes que mantener tu status de mujer EPD. Y claro, no es plan ponerse un traje de camuflaje, aunque no será por ganas…
Te propongo un outfit monocolor, marrón por ejemplo. Un color neutro, tristón pero elegante.
Tu coge todas las prendas de ese color que tengas en tu armario y mézclalas combinando texturas: aquí un paño, aquí un brillo de seda, aquí un tweed, aquí una piel… Dale un toque de dorado con las joyas o la bisutería. ¡¡Ya verás que resultado!!
Luego peinate de forma discreta y échate tus polvos iluminadores y ¡HALA! ¡¡¡¡A por ellos, que son pocos y cobardes!!!
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