Ha sido una tendencia ultimamente tanto en invierno como en verano. Y lejos de extinguirse parece que va a seguir con nosotros un poco más.
Me refiero al ante, esa piel tan suave y delicada y tan difícil de limpiar, que enseguida se roza y tiene como enemigos mortales a los bolsos, ya sea porque la estropean o porque el bolso hecho de esa materia está destinado a la muerte made en Hollywood (un bello cadáver).
Aún así yo me he animado este año. Empece con una chaqueta y seguí con un bolso. Los zapatos de ante en el norte es tirar el dinero directamente. Pero los vestidos que se vieron en verano me causaban una cascada de baba ininterrumpida…
Entonces llegó el pseudo-ante de Zara y a vivir que son dos días:
En forma de vestido evasé años sesenta-setenta, y con la posibilidad de convertirse en «pichi» (antiguo vestidito de mi niñez que se ponía encima de camisa y jerseis de cuello vuelto) Y al módico precio de 30 leuros menos unos centimos!!! La bicoca!!!
Y encima, como el Alexa de Blanco resultó ser puro plástico sin disimulo alguno y, cruzando la calle me encontré con el único bolso bandolera color cuero natural, que quedaba en H&M de cierto parecido a la piel:
Pues que quereis que os diga, que se vinieron conmigo para completar este outfit:
Ya os he comentado lo poco que me gusta y lo mucho que me cuesta este cambio de estación del verano al otoño. Así que intento seguir todo lo que puedo con el look veraniego, aunque con lo que ha llovido días atrás por aquí, es difícil de mantener. Y el resto de España pasando una ola de calor…
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