Las prendas de punto son muy socorridas en invierno, por lo que abrigan, sobre todo si son de lana. Y no hace falta que sean supergordas o de hilo muy grueso para que den calor.
Este vestido camisero con cuello polo me lo compré hace ya un tiempo en la tienda Mango del Outletui. Fijaros lo mono que es, superfemenino, con un poquito de vuelo y el largo ideal por la rodilla:
Tiene un par de detalles especiales: la diferencia de tejido de punto entre el cuerpo y la falda y la manga francesa rematada en un puño montado:
Y aquí teneis el outfit, en el que acompañé al vestido con una chaqueta, también de punto muy calentita, tipo marinera y comprada en el almacén de Oportunidades de El Corte Inglés, hace ya ni me acuerdo:
Puede que resulte sosa esta manía mía de no usar más de dos colores contrastados (si son en armonía puedo llevar hasta tres), y que me obsesione que los complementos sean del mismo color. Estas reglas del vestir hace tiempo que están pasadas de moda, pero una ya no puede evitarlas después de tanto tiempo de persecución del complemento…
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