Inspirada en la pariroflexia oriental y en los papeles pintados de los años 50 y 60, María Cerdeira pressentó una colección delicada y original, un poco incómoda para llevar, de ahí el uso de collarines en vez de bisutería para aguantar la postura.
La combianción de piel y tela plisada es muy arriesgada:
Esta capita de tela de frutas del bosque me parece preciosa:
Una delicada pared convertida en vestido:
Una colección fascinante por lo original de sus modelos y la experimentación de formas y materiales.
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