Tengo que reconocer que en cuanto vi el primer look de la pasarela de Dolce & Gabbana de esta temporada, me acordé con horror de ese típico sueño, que yo creo que todo el mundo ha tenido alguna vez, de ir en bragas por la calle ¡Vestida de cintura para arriba, pero en bragas!
Luego poco a poco, cuando se me pasó el sofocón, pude observar que había trajes bastante ponibles y monos, de una sobriedad y clasicismo tremendos (quitando los cascos y el corsé):
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Para al final quedarme con algunos trajes verdaderamente esquisitos:
Ese estilo mediterráneo de la sexy mamma italiana les está dando muy buenos resultados. Hay que tener mucho estilo para combinar encaje y leopardo, o terciopelo rojo con hombrera de sujetador negra, y no resultar vulgar. En la pasarela queda monísimo, quizás porque esas modelos angelicales todo lo dulcifican, incluso llevando moño de abuela. Pero en la vida real y para mujeres que superan los 16 años, hay que tomarse las enseñanzas de Doménico y Stefano con prudencia: encaje sí, pero que no transparente la braga; leopardo sí, pero no con otro estampado, terciopelo rojo sí, pero con menos vuelo, etc…
¿Sabiais que estos diseñadores nunca hacen dobladillos? Rematan los bajos con su costura especial. Me lo dijo mi tía (la que se arregla hasta para ir a por el pan) y lo pude comprobar en la tienda Spazio que han abierto hace unos pocos meses en el Outletui, y que tiene prendas de Dolce&Gabbana y de D&G. Los precios son de muchos dígitos, pero da un gustirrinín pasear por allí…