Parece que todo va a acabar así:
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Se lo vi a Anilegra, y tenía que ensañároslo.
Pero ¿dónde quedan esas tardes de risas con amigas, esos sofocos en el probador, las broncas con las dependientas, la ansiosa espera de la talla, los cotones rodantes por el suelo, el aire acondicionado alocado en cualquiere época del año ( muy frío en invierno y horrorosamente caliente en verano), pero sobre todo, ¡¡¡cómo vamos a echar de menos esas enormes colas para pagar en caja!!!?
Tendré que esperar a ese probador virtual para poder ponerme esto tan futurístico:
De momento ir viendo la entrevista que me hicieron en In Style.
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