Camel Time

… and the living is easy…»

…Mientras no llega el verano habrá que conformarse con sus canciones y el color camel… ainchssss….!!

Un domingo soleado de febrero puede engañar a la vista con esa luz y ese resplandor, pero no a la piel, que enseguida se pone de gallina.

Así que para dar un paseo por Tuy, por ejemplo, es mejor cogerse un blazer y unas botas para acompañar un vestido estampado de seda. Y con una pamela de fieltro que quita el frío y tapa ese primer solazo que nos deslumbra.

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En días así, tan pronto puedes necesitar un foulard para la garganta…

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¡Ohh…! ¡¡Las camelias ya están en flor…!!

… como quitarte la chaqueta porque te asas de calor…

Aquí podeis ver todos los complementos:

La camelia también puede adquirir diversas utilidades:

Después de comer, continuamos el paseo por Moledo, ya en Portugal; una playa impresionante a mar abierto:

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El vestido lo compré el 7 de enero en Mango y aún no lo había estrenado. Me faltaban los complemetos adecuados.

Las botas son de la temporada actual de Zara, el bolso también es reciente de Dayaday, el foulard de pura lana gallega, y la pamela comprada en Bershka el día antes durante el shopping bloguero.

La chaqueta blazer es de un traje de hace varios años de Liz Clairborne, y nunca creí que quedara tan bien conjuntada en color con este vestido, hasta que literalmente los puse.

Reconozco que es un vestido difícil de poner. Es demasiado fino para invierno, y con el largo y el estampado que tiene, o aciertas con lo que  lo combines o te lo cargas directamente.

¿Qué os parece mi outfit a mitad de camino entre la university setentera y la casa de la pradera?