Blanco y negro, Op-art, o ya casi es primavera, como en el Corte Inglés. Cualquiera de los títulos serviría para cabecera de esta entrada que me sirve de excusa para enseñar parte de mis últimas compras.
La estrella, sin duda es el abrigo blanco. Ese color, o mejor dicho, esa falta absoluta de color que brilla con luz propia y refulge en los días de sol, es sin duda mi favorita cuando elijo ropa. Puedo ver mil cosas, me encantan los tonos fuertes, pero el blanco me atrae como un imán y siempre tiene un sitio en mi armario.
En esta ocasión, como casi es primavera y todavía no hace calor, lo puse encima de un conjunto entero negro y que todavía lleva botas y sombrero porque los fríos – al menos en Asturias- no nos han abandonado, pero con zapatos salón y sin medias puede servir perfectamente para ceremonias tipo comunión o bautizo que son las típicas que siempre da miedo pasarse, pero tampoco es plan quedarse corta.
El vestido no se ve, pero es una delicia de crêpe con un pliegue delante y una trabilla en la espalda que sienta como un guante y al ser flojo hace muy buen tipo. Debía ser de fin de la temporada pasada de Zara, aunque no estaba rebajado, pero al ser de tela fina es lo justo para esta época de entretiempo que en cuanto sale el sol no te puedes abrigar, pero en cuanto se quita no te puedes desabrigar.
En manos y muñecas pulseras llamativas y a tutiplén imitando el estilo de Viviana Volpicella que me parece especialmente sofisticado.
El bolso fue otra tentación de esas que no puedes resistir, me pareció tan a propósito para verano con ese aire de cesta y las asas grandes que forma parte de mi colección.
Abrigo, vestido, botas y bolso: Zara
Sombrero: El Corte Inglés.
Pulsera flor: Vetusta.
Reloj y pulseras: Mercadillo
Resto bisutería: De mi colección
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