Como ya os conté, la semana anterior a la Semana Grande de las fiestas en honor de Santiago, se celebran los famosos baños de ola, en los alrededores de aquellas casetas tan bonitas. Como el último día era el 15 allá fuimos ya de mañana Mi Santorilist y yo, con media cabeza dolorida aún por la malvada jaqueca.
Dimos vueltas y más vueltas y lo único que vimos fue un montón de gente en la playa pero con las vestimenta actual…
Una rondalla muy animada:
Y unos tablones para sacarse fotos de época a los que no me pude resistir:
Menos mal que había mucho ambiente y un mercadillo marinero para pasar un rato entretenido:
Como nos dijeron en la caseta de información que habría otro pase de modelos de época a las 6 de la tarde, allí volvimos, y ya nos íbamos cuando apareció esta pareja tan elegante a la par que discreta, simpática y encantadora:
Nos dijeron que aunque ya no era jornada de salir vestidos de época, ellos lo habían hecho igual porque le gusta y porque hacía una tarde preciosa para pasear.
Charlamos un ratio sobre sus trajes tan bonitos y el sentido de la fiesta: la reina Isabel II ya venía a tomar baños de ola para curar sus problemas de piel, nos contaba la señora con un encantador acento inglés, pero fue a principios del siglo XX cuando empezaron a popularizarse con la llegada de Alfonso XIII y el resto de su corte, para lo que hubo que construir las instalaciones adecuadas como los blanearios de agua salada y los hoteles.
Otro descubrimiento de la tarde fue la Policía Montada de Santander:
16 comentarios Escribir un comentario