Ya me tocaba una nueva sesión de mi tratamiento facial en Rosana Uriarte Estética y como casi siempre ella me tenía preparada una novedad.
Es fantástico poder contar con una gran profesional de la belleza como Rosana para poder ir probando todas estas novedades que cada poco van saliendo, pero con la total seguridad de hacerlo de manera óptima y sin correr ningún tipo de riesgo para la piel.
En esta ocasión se trata del Dermaroller, un sencillo y pequeño pero inteligente aparato que no tiene cables ni pilas. Es un rodillo de alta ingeniería pues está rodeado de finas púas de titanio que sirven para ser aplicadas suavemente por la piel y así crear unas microfisuras.
A través de esas micro lesiones se empieza un proceso natural de recuperación, pues se liberan sustancias de regeneración cutánea como la elastina y el colágeno, esenciales para la firmeza y elasticidad de la piel.
Por otro lado y a la vez estas microfisuras permiten que los ingredientes activos de cremas y serums penetren más profundamente. Lógicamente por ello, se multiplica la efectividad de cualquier producto cosmético que nos apliquen en cabina. Creo que es una gran invento.
Está indicado para cualquier tipo de piel, pero sobre todo para aquellas que necesiten un rejuvenecimeinto, imperfecciones, manchas, acumulación de grasa, secuelas de acné, cicatrices, etec.
Ya me veis lo cómoda que estaba en este tratamiento, con la plena confianza en Rosana, que en todo momento está al tanto de como reacciona nuestra piel, de como nos sentimos, si notamos alguna posible molestia y de hacer muy agradable nuestra estancia en su centro de belleza.
Os animo a que lo probéis en las manos de Rosana, por supuesto, pues ella es una gran experta y sabrá lo que más os conviene.