Las túnicas son para el verano. Las hay más cortas, más largas, en colores fuertes y adornadas, o en colores claros y pasteles como la que hoy llevo.
Se trata de un vestido túnica corto. Casi es como una camiseta larga.
Es de lino, una de las telas más idóneas para las altas temperaturas, aunque admite cualquier prenda encima si la tarde se pone fresca.
El estilo casual se mantiene con el estampado de cuadros en tonos azules, tan evocadores de una merienda en la playa…
En mi caso, la acompañé de una chaqueta de punto grueso de algodón también muy amplia para que no se pierda la idea del look, cómodo, sin opresiones ni ataduras, que facilita los movimientos y la sensación de vacaciones.
El collar es un regalo de mi amiga Gema de Luelmo y al ser tan marinero le va que ni pintado al conjunto.
Poco tacón, un bolso amplio y a pasear que es lo propio de estas tardes de verano que aún quedan por Santander.
- Túnica: Punto y Aparte
- Collar: Teria Yabar
- Sandalias: Son Mits
- Bolso y Reloj: Tous
- Chaqueta y Gafas de sol: Zara
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